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Almas que buscan un sentido - Abraham E. Silva

   El mundo es un lugar extraño, raro. El hombre no entiende en su totalidad la mitad de lo que escribe, ve, hace, o sabe, eso lo comprendemos pero no entendemos en sí un cuarto del mundo y menos lo minúsculo que somos para/en el universo: un simple átomo. El hombre, la persona, el humano en sí, señores, está corrompido y destruido, tiene algo dentro de sí que no se puede arreglar y podemos citar la biblia u otras religiones y mitologías más si no creen que somos impuros en nuestra totalidad y quiero aclarar que no hay mente sana, que alguien que aparente no tener malicia no quiere decir que no la tenga: los niños son “la parte más pura del mundo”, pero ciertamente, tienen su propio tipo de malicia, según la perspectiva de cada quién.    Aunque no vine para hablar de mi perspectiva del mundo corrompido en el que habitamos actualmente, pero con algo tenemos que empezar para conocernos, mi querido lector. Hablaremos y nos desglosaremos en lo qué es el alma, el aura, la trasmutación,

La más fiera de las bestias – Lucas García

La más fiera de las bestias – Lucas García
(Reseña)
      Uno puede creer que el castigo que un hombre puede proponerse es grande, y feroz, pero nos equivocamos. El castigo es fuerte, doloroso, triste, incomprensible. <<Abre los ojos. No reconoce la habitación. Una bombilla de 40 watts>>. Damos inicio a esta aventura y venganza de aquel hombre, que alguna vez fue importante y la cago, por su propio bien, por su propia justicia.

        Primera parte, Inocentes; Se encuentra en los vagos e inexistentes recuerdos de su pasado, pasando por la etapa de redescubrirse, pero no lo logra en el primer intento. Es torturado, masacrado y está confuso en el camino de este purgatorio del dolor, del castigo, de la justicia propia. Su cuerpo si reconoce quien es él, pero su mente no, su mente es la peor tortura de todas, la más fuerte, la más profunda y fiel a su legado. Castigado por un supuesto asesinato de una madre e hija que, desgraciadamente, no recuerda, pero sabe y perjura que es inocente. Escapa del purgatorio utilizando sus antiguas habilidades de combate y masacre. Y dejando como principal enemigo a “El del pasa montañas.” Encargado de los tratamientos con un doctor que puede devolver de la muerte aquellos infieles destinados a seguir torturados. 

      Segunda parte, Afuera; Después de tanto, logra salir, escapar de aquel purgatorio viéndose destinado a conseguir la verdad sobre sí mismo, sobre ese lugar donde lo torturaban por matar a una madre e hija que él no conocía, no entendía. ¿Quiénes eran ellas? ¿Por qué habría de matarlas? Cuyas respuestas serán reveladas al final del relato. Se encuentra en los lugares más oscuros de la propia Caracas. En busca de la venganza, conoce a un tal: Sr. Cruz, jefe de la mafia venezolana. Se convierte en el más eficiente mafioso del jefe, haciéndole encargos terribles que oscurecen más y más su alma. Al no conocer su propio nombre su alias era “Chucknorris” Aquí, entre tantos encargos y muertes, encuentra pistas de su paradero y del purgatorio en la zona oscura del infierno. 

     Tercera parte, Revelación; Encuentra la casa, los testigos, el amigo, los videos, la revelación. Después de una llamada, de su mejor amigo, descubre todo. Después de encontrar la casa y ver esas fotos, las fotos de su familia, de su mujer y de su hija, su familia, sus tesoros. No entiende nada, su cabeza explota con melancolía, no puede ser posible que él, Gabriel, las haya matado. Aún no recuerda nada, la droga es muy fuerte, su cabeza esta confusa y dañada, desgastada. Nada tiene sentido para él, así que finalmente acude a la llamada de su amigo. Ve el video, su confesión: Tras un accidente automovilístico de su mujer y su hija, por revelarle que por muchos años, manifestaba la justicia por sus propios medios en el purgatorio. Ella sale con la niña en un auto, causando un terrible y desagradable choque. <<Si yo no le hubiera dicho, ella seguiría aquí>> Tras esto, borró los archivos y le confesó su plan a su mejor amigo: Perderse totalmente, borrar todo y manifestar la justicia que merecía, su castigo propio. Nadie debía saber esto y nadie lo supo hasta que regresa a la organización contando la verdad y volviendo a ella para seguir en su castigo eterno.
       
      Es increíble como un hombre, consumido por la impotencia, la rabia y la culpa puede causarse su propio y verdadero castigo, y no diremos que este bien y que este mal porque, quién dice que un hombre, que un ser, no pueda manifestar su propio infierno si el verdadero infierno está en la mente. 

Abraham Ezequiel Silva Alfonzo (AESA)
 2018

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