La Saga de los Confines - Liliana Bodoc
(Reseña)
Comenzamos en un tiempo donde el eco del
recuerdo se remonta en más años que ninguna persona, animal o cosa puede
recordar siquiera, con exactitud, estos
actos.
La saga de los confines; es la trilogía que nos
lleva a la época en donde nada se sabía, donde dominados por nuestras culturas,
valía más que cualquier otra cosa. Tranquilos y pacíficos habitaban estos en
sus tierras fértiles, pero entonces, unos extranjeros (los sideresios) llegaron
de improviso a estas tierras, las Tierras
Fértiles. Venideros de las Tierras Antiguas.
Su llegada fue bien recibida, se hospedaron en los mejores de los pueblos del continente,
en la Comarca Aislada.
Nuestro primer protagonista: Dulkalcelín;
Guerrero de los Confines del pueblo de los Husihuilkes (en el sur). Convocado
por los magos del aquel continente de las tierras fértiles. Fue elegido para
representar a su pueblo. Los supremos astrónomos habían confirmado la llegada
de los extranjeros. Su trabajo, como guerrero, era proteger a la gente de aquel
continente, porque ellos sabían que la presencia de los sideresios no era buena.
Aquel guerrero no entendía cual era la razón de su paradero hacia allá, pero
acepto su destino. El mago: Kupuka, gran amigo de la familia de la vieja Kush
(Madre de Dulkalcelín) los visitó para avisarle a la familia de Kush que lo que
se avecinaba no era bueno. Vieja Kush estaba dispuesta a morir desde antes de
saber lo que se avecinaba. Pero no se le fue permitido (o sea, bendecida y aprobado
por el hermano mago Kupuka). El Zitzahay Cucub es de los personajes a lo que
más cariño se le otorga en esta saga. Es artista y mensajero del norte mandado (como
Dulkalcelín) por los supremos astrónomos a buscar a aquel guerrero, con una
prueba de su paradero: La pluma Oropéndula.
En este largo viaje al norte, hubo
infinidades de contratiempos con la familia Husihuilke y el Zitzahay Cucub; al
no encontrar la prueba de ser enviado por los supremos astrónomos, luego a
descubrir que el hijo de Dulkalcelín, Kume (De otros 4 hijos: ThungÜr, el mayor. Kuy–Kuyen. Piukemán y Wilkilén, la
menor) la tenía, el padre con dolor, maldijo y castigo a su hijo Kume, y más
nunca esté le levantó, ni vio a su padre, pero aun seguía ahí. Cucub agarro
confianza y cariño a aquella familia. El destino de todos aquellos fue doloroso
pero necesario en esta épica historia.
En el primer libro de la saga de los
confines; Los días del Venado, se nos
hace visto saber que en aquel continente son aborígenes, indígenas que están
pasando justo por la invasión de sus queridas y firmes tierras. Conocemos a los
magos de la misma: Kupuka, Tres rostros, Welekín, El Masticador y para el
segundo libro el Brujo Halcón. Estos, ayudan a los pueblos que están pasando
hambre, enfermedades y cosas que nunca en aquellas tierras habían sucedido.
Sana era esta tierra y verla deteriorase lentamente es doloroso. ¡Pero el
venado seguía peleando!
Pasan unos años en aquella larga saga. La
guerra contra Misáianes (El hijo de la muerte, la sombra) duro casi o más de
una década, analizando un poco el transcurso del tiempo que se presenta en la
historia. Lo que no se sabía en las tierras fértiles fue que había traidores en
sus propias tierras: Los pastores y Molitmoz. Ellos, principalmente, fueron los
causantes principales de perdidas batallas en las tierras fértiles. Dulkalcelín
era el que dirigía el ejército del Venado cuando los sideresios demostraron su
verdadero ser apuntando sus armas de fuego, las cuales, ellos no sabían que
existían. Y entre tanto, los animales con cabellera, o sea, los caballos, que
después de un tiempo se volvieron sus más fieles jinetes.
Había un consejo, sin embargo, había 2
traidores: Molitmoz y el líder de los pastores que luego y, merecidamente,
recibieron su castigo. Aunque en sí, ellos no se sentían traidores porque para
ellos estaban haciendo el bien para sus tierras y sus pueblos. Los pastores
(los primeros esclavos de los sideresios) querían riquezas y sobrevivir al
poder del Misáianes, el amo; Molitmoz solo quería recuperar la magia que se perdía,
con el tiempo, en las tierras fértiles y recuperar el trono en el país del sol.
Pero, aun más importante, en aquel consejo, el que relátala historia de este
continente: Nakín de los Búhos, aquella que fue mandada a memorizar cada acto,
traición, victorias y personas de aquella y duradera guerra.
Ahora, toca hablar del mago, mandado por el
amo Misáianes, Drimus. Este, a pesar de ser derrotado por el mago Kupuka en el
segundo libro; Los días de la sombra,
seguía batallando en la guerra con la presencia de sus perros salvajes, los
cuales, masacraban a estos habitantes pacíficos e inocentes de la guerra:
Mujeres, niños y ancianos. Fue una de las mentes principales en los 3 libros
fue el que, escondido por Molitmoz, propagaba las enfermedades en las tierras
fértiles. Y fue así, que el mago: El Masticador se sacrifico por su pueblo de
los sabuesos de Drimus. La primera guerra culmino con ThungÜr al mando del ejército del venado por la muerte
valerosa de Dulkalcelín. La victoria de las tierras fértiles gracias al
infiltramiento y muerte de Kume en los barcos de los sideresios explotados. Y
Cucub casado con Kuy-Kuyen su amor.
Para la familia y el pueblo Husihuilke estas
pérdidas los afectaron, pero fueron necesarias en la historia. La vieja Kush,
luego de 5 años de la partida de los sideresios, ya está en su hora de partir y de dejar al
mando de la casa a Kuy-Kuyen. Wilkilén, como la inocente y luz de todas las tierras fértiles ya que la
vieja Kush no se quedo hasta más, pero siempre estuvo presente. Piukemán, al
comienzo de la historia fisgoneo a Kupuka en la puerta de la lechuza, esto
causándole una maldición, que es ver lo
que ve el Ahijador toda su vida, y más nunca ver con sus ojos, así, en el
segundo libro fue reclamado por Kupuka como el Brujo Halcón. Otro más de la
familia que se va. Para ese momento el Husihuilke ThungÜr, entrena a los Zitzahay dejando a Cucub, su compañero
y amigo de guerra a cargo en su casa allá en el sur, en los confines.
Ya habrían pasado unos 7 años, en Los días de la sombra, la muerte, madre
de Misáianes, amiga de de vieja Kush, deambula por los confines viendo e
informándole todo a su hijo, el amo. Lo que la sombra no sabía es que
conocería, en el bosque, a Wilkilén, la inocente. Esta, al no tenerle miedo a
la muerte, o sea, la sombra, gana su cariño y la hace entrar en la duda.
Wilkilén, como segunda protagonista de este libro, conoce a su amor sin ella
saberlo a Welekín, el mago de los ojos dorados. Ella inconscientemente se le
destrenza sus preciadas trenzas y lo busca en el bosque, convirtiéndose en la
destrenzada.
ThungÜr, conoce el amor (La princesa Nanahuatli) en el
país del sol, en la desdichada guerra que provoca Molitmoz para volver al
poder, engañando así a ThungÜr
de sus verdaderas intenciones. Él, no sabía del cautiverio de su amigo el
supremo astrónomo: Zabralkán. Por esta misma razón confió en Molitmoz, cuando
volvió, y Zabralkán le dijo de su situación, no le quedo más opción que volver
con sus fuerzas a los confines. Nanahuatli, conoce la desesperación y la fuerza
interna que ella posee, en el viaje en busca de ThungÜr, su amor. Para ese momento, la comarca aislada, en
la casa de las estrellas estaba invadida por los sideresios, y ella se escondió
ahí unos días hasta que siguió a estos y en esa búsqueda la descubrieron, pero
fue salvada por el brujo halcón, el cual, el ahijador la llevo en donde se encontraba
el brujo: En la puerta de la lechuza. Nanahuatli convivió con la familia de
ThungÜr pero aun mas con el brujo halcón, teniéndole ya
mucho cariño, así ésta, recordándole su humanidad.
En este regreso de los sideresios, ThungÜr comanda a su ejército que sería los Zitzahay y su
rival, líder Husihuilke en su ausencia comandaba a los Husihuilke. Estos dos
líderes tenían sus diferencias pero en la guerra, eran los más feroces, el
miedo de los sideresios. ThungÜr
termino comandando todo el ejército. Mientras tanto, Molitmoz se casó con Acila,
lengua demorada. Esta es la mente de la resistencia del país del sol, es de la
casa rival de Molitmoz del sol. Ella es parte fundamental de la victoria de las
tierras fértiles en el 3er libro, engendrando al primogénito del país del sol.
Esta guerra no culmina sino hasta el 3er
libro; Los días del fuego. Aquí
continuamos con la guerra, con Nakín narrando la historia, recordando y con la
familia de Vieja Kush. Los planes y el chantaje de Acila sobre el ciego de
Molitmoz, eran las más grandes mentes de
aquel continente. Entre lo que fueron los supremos astrónomos, Bor; el que
apoyaba a Molitmoz, luego de traicionarlo. Fue obligado capturando a su pueblo
Zitzahay, y a rehacerles los códices sagrados que fueron destruidos por los
sideresios.
Hace falta mencionar que los Bóreos (Raza
ligada con los extranjeros) partieron –al principio- a las tierras antiguas con
un solo objetivo: destruir desde allá a Misáianes. La sombra había partido con
sus sentimientos revueltos, extrañando a la inocente, dando vueltas y nunca
regresando a donde su hijo. Un mago del recinto de Misáianes llamado Zorás
congenio a 2 gemelos Vara y Aro, los cuales, a sus 15 o 14 años fueron los elegidos para acabar y
recobrar las tierras antiguas antes de Misáianes y lo consiguieron justo a
tiempo en el momento en el que las tierras fértiles ganaran sus batallas. En
esta sangrienta guerra hubo muertes y momentos muy dolorosos, una por ejemplo,
sería la de Wilkilén, esposa de Welekín. También, la invalides de Cucub que, en
ese momento, en el que ThungÜr mató al líder de las fuerzas del amo Misáianes.
Kuy-Kuyen, quedo como ama de familia como
había sido la vieja Kush. Cucub regresando de su rehabilitación reencontrándose
con sus hijos y esposa. ThungÜr
reencontrándose con su amor, Nanahuatli y el Brujo Halcón cortando toda
relación con su viejo ser. Borrando sus sentimientos por Nanahuatli y
convirtiéndose totalmente en el brujo.
Gracias por
leer.
Abraham Ezequiel Silva Alfonzo (AESA)
Diciembre, 2017
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