Kriptono - Abraham Ezequiel Silva Alfonzo

Kriptono

Hey, me llamo Alexander y he venido para contarles mi trágica historia; yo, simplemente, no he decidido ser quien soy, lo que soy, lo que me ha pasado.

   Nací en una pequeña ciudad de Venezuela -la cual no pienso mencionar-, a lo largo de mis 30 años de vida he sido interceptado por la química. Desde que recuerdo, viajaba con mis padres (aunque de profesiones distintas), mi madre era una filosofa importante en mi país, y mi padre uno de los mejores químicos del mismo. Así que, viajo mucho. ¿Vaya familia no les parece? Aunque amo la literatura y la filosofía, estudié química.

   En uno de esos tantos viajes con mi padre, buscamos un material un tanto peculiar o de transparencia que no lo creí muy importante (Nos costó una bola conseguirlo). Era el Kriptón; mi padre muy emocionado con sus colegas jugó con este elemento. Una noche, a mis 15 años de edad, ayudaba a mi padre con su proyecto del Kriptón, una cuya explosión ocasionó la muerte de mi padre y sus colegas. Yo sobreviví de una forma muy extraña. Más nunca visité aquel lugar, aunque mis recuerdos son bastante confusos desde ese día. No sé qué ocurrió realmente.

   A pesar de la muerte de mi padre, no abandoné mis estudios, la investigación, ni mi pasión por la química. Más bien, me interesó y adentre más a ella. No había causa de aquella explosión a la cual no tenía ninguna respuesta. Lo que no sabía era que me afectó más de lo que creí. Luego de muchos años en la universidad saque mi profesión en química pura, y, encontré secretos que me ayudaron a comprender totalmente a mi padre. Encontré anotaciones, sus anotaciones y, me dejaron tan perplejo que las comprendí, ese viejo estaba loco.

   Mi padre tenía cierto afán con el elemento Kriptón, ¿por qué? ¿qué tanto puede hacer con un gas noble de luces llamativas? De pequeño, me hacia muchas pruebas inofensivas, las cuales iba a repetir el día de la explosión. Ahora mismo, soy un monstruo, soy más raro de lo que solía ser, porque ahora, soy Kriptón.

   Se preguntarán ¿cómo sabes eso? Pues, simplemente un par de pruebas y que tu papá sea un químico loco te deja muy claro la respuesta.

   No quiero que crean que me convertí en una clase de héroe o algo por el estilo. Soy todo lo contrario a eso. Descubrí cosas y acciones que me obligaron a ser lo que soy, pero comencemos desde el inicio:

   Días después de descubrir que soy el elemento Kriptón (o parte de él), creo que, me volví loco. ¿Es raro? ¿descubro que soy kriptón y me convierto en héroe? ¡Discúlpenme pero no es así de fácil!

   Me alteré. Lo siento mis pequeños lectores.

   Ese día, fui a contarle a mi madre qué me sucedía, tan alterado que mi madre me metió unas buenas cachetadas por todas esas pistoladas que le estaba diciendo, le dolía cada una de las palabras que le mencionaba. Ella, simplemente no entendía, así que, sin intención, la maté.

   Irónico ¿no?, ¿No te entienden y la matas?, pero, no fue así. Me costó entenderlo pero no fue a propósito. Mis genes mutantes reaccionaron conmigo y de la ira que de mí emanaba. Estos genes mutantes ya habían evolucionado mediante cada una de las pruebas que me hacía mi padre. Pareciera, que mientras más se me revelaba menos sentido tenía para mí y mis estudios.

  Mi elemento: Kriptón;  es un gas noble inodoro e insípido de poca reactividad caracterizado por un espectro de líneas verde y rojo-naranja muy brillantes. Es uno de los productos de la fisión nuclear del uranio. El kriptón sólido es blanco, de estructura cristalina.

Se preguntarán: ¿Qué puedes hacer con eso?

¿Matas a Superman?

¿Si es un gas, cómo mataste a tu familia?

   La respuesta es sencilla, es gas. Entra en todo, y a parte, está en la atmósfera aunque el kriptón no es tan toxico como otros elementos químicos. Se utiliza para la iluminación; se usa en el flash para tomar fotografías y posee propiedades que atraviesan la corriente eléctrica, ahí aprovecho yo, aunque vagamente. Aprovecho eso ya que es lo que puede utilizarse.

   Lamenté la muerte de mis padres. Mi dolor fue tan grande que juro por dios que toda la ciudad la sintió. Como dije: Yo no decidí ser quien soy, lo que soy, lo que me ha pasado.. Solo el aire y el mundo me sentirán de aquí en adelante.

Abraham Ezequiel Silva Alfonzo (AESA)

Diciembre, 2017