Almas que buscan un sentido - Abraham E. Silva
El mundo es un lugar extraño, raro. El hombre no entiende en su totalidad la mitad de lo que escribe, ve, hace, o sabe, eso lo comprendemos pero no entendemos en sí un cuarto del mundo y menos lo minúsculo que somos para/en el universo: un simple átomo. El hombre, la persona, el humano en sí, señores, está corrompido y destruido, tiene algo dentro de sí que no se puede arreglar y podemos citar la biblia u otras religiones y mitologías más si no creen que somos impuros en nuestra totalidad y quiero aclarar que no hay mente sana, que alguien que aparente no tener malicia no quiere decir que no la tenga: los niños son “la parte más pura del mundo”, pero ciertamente, tienen su propio tipo de malicia, según la perspectiva de cada quién.
Aunque no vine para hablar de mi perspectiva del mundo corrompido en el que habitamos actualmente, pero con algo tenemos que empezar para conocernos, mi querido lector. Hablaremos y nos desglosaremos en lo qué es el alma, el aura, la trasmutación, resurrección y su punto de vista (breve) en la religión.
No todos tenemos el mismo concepto de lo que es el alma, ni sabemos diferenciarla del espíritu y el aura. Sabemos, al menos, en la parte menos ignorante, que estas habitan en nuestro cuerpo o tienen alguna conexión con el cascarón físico, en esa cascara que las lleva como si fueran prisioneras. Comprendamos su significado para saberlas identificar en tal caso, mi lector:
El alma es esa parte pura e inocente que tiene todo ser vivo. Realmente, sería en el ser humano, como un tipo de conciencia o razón. La asociamos como esa parte clara (visible y sensible) que no se corrompe a menos que hagamos algo “malo”, en la perspectiva de la sociedad, viéndose así que la persona psicológicamente “mata” su alma al pensar que ha cometido un acto impuro. El alma, entendemos (y por varias religiones también), que es esa que mantiene nuestro funcionamiento con la razón. Está unida espiritualmente a la cual vinculamos después a la parte mental dormida de nuestro cerebro. El alma nos ayuda, según la fe de cada persona, a “poder purificarla por nuestros actos”, llegar a otros niveles de la existencia: reencarnar, resucitar, transmutar. El alma es nuestro medio de comunicación al mundo físico y espiritual según como pueda ser utilizada.
El espíritu, en cierta forma, es como los huesos que unen a un cuerpo, pero en este caso, al alma. Un cuerpo no tiene vida, no reacciona sin el espíritu, el espíritu es la fuerza de voluntad que tiene cada ser. El espíritu, junto con el alma y el aura (la energía vital de cosas vivas y materiales), habitan en un solo cascarón donde no se puede admirar con la vista; son la parte inmaterial del mismo cuerpo. En el cuerpo humano podemos observar lo que son los huesos, órganos, músculos, venas, arterias, etc. Pero no podemos observar lo que sería el sistema espiritual, sabemos que están ahí, en alguna parte de nuestro cuerpo y mente. El espíritu es lo que mantiene el cuerpo en funcionamiento, sin el espíritu, no podríamos tener la razón vital que es la fuente de poder y control. Cuando morimos, el espíritu abandona el cuerpo y éste deja de existir mientras que el alma perdura inmortalmente. Cuando se dice que el cuerpo pierde peso cuando se muere es porque pierde el espíritu ya que, al morir, esa vitalidad que habita dentro del ser desaparece.
Ya teniendo en cuenta estos conceptos, mi querido lector, podemos proseguir con el ensayo. Teniendo estos sistemas espirituales como mediadores para seguir en el mundo físico y mundano, podemos hablar con lo que se puede hacer más allá con estos, por ejemplo: ¿Nunca has pensado que podrías lograr con tu alma? ¿Y, me puedes decir que nunca pensaste que, la división del alma en siete partes grotescamente por Voldemort no te pareció intrigante? En el caso de Voldemort, usa la transmutación; utilizando objetos materiales para dividir su alma cada vez que asesina, es decir, se divide, debido a la impureza que significa matar, el pecado de hacerlo.
La transmutación o transmigración: Es como lo dicen en sus nombres; la migración a través de cuerpos o cosas. La utilización de la alquimia y la espiritualidad está más que clara para estos términos. Podemos aludir a un ejemplo y religión a la vez, mi lector.
Como ejemplo, la película The Skeleton Key (La llave Maestra o La llave del Mal) es una película estadounidense que nos muestra, (y solamente al final, ya conociendo la trama) la trasmutación, que en la utilización del vudú, proveniente de las tribus de África, terminaron esparcidas por el mundo por el comercio de esclavos negros en América, en eso de los siglos de las colonizaciones y revoluciones. Se originó del sincretismo que se produjo en el área del Caribe entre las creencias que poseían los esclavos trasladados desde el África Occidental y la religión cristiana. Experimentaron nuevos cambios que luego ellos mismos propagaron. En esta película observamos que no se puede utilizar el vudú, la transmutación, la emigración de un cuerpo a otro si no se es creyente de la religión que está empleando. Cuando esta persona queda atrapada en la creencia (cosa que le sucedió a la protagonista), empieza a ver cosas y a entenderlas; la muerte empieza a olerla, a acariciarla y a despertar sus sentidos dormidos. La persona que utiliza la trasmutación, aplica una especie de ritual para la víctima. El cazador, luego de tener atrapada a la presa, comienza con el traspaso de almas, intercambiando así de cuerpos y quedando en la nueva carcasa de la víctima, dejando atrás a la presa con el cuerpo que ya no necesita el cazador, el que utiliza la transmutación.
Por otro lado, la reencarnación, tiene que ver con la vuelta a la vida y conciencia del cuerpo, el viaje del alma inmortal reencarnada en un cuerpo material (ya sea mente, alma, conciencia o energía). Hay teorías que dicen que uno puede reencarnar después de la muerte a un cuerpo material, o sea, ésta consiste en que tras la muerte del individuo, reencarna en un animal/planta, pero éste no puede recordar perfectamente su otra vida aunque tendría flashes de la misma porque el alma nunca queda limpia del todo (más que todo, estas son creencias en el hindú; vuelta a la vida desde un ser vivo) y no solo reencarna una vez, sino en varias secuencias hasta que su alma esté purgada de toda consecuencia de actos negativos de sus vidas pasadas. También podemos citar a Jesucristo, dicho en la biblia que resucitó a los 3 días de haber sido asesinado. No es descabellado, pero la religión lo idolatra por este acto milagroso.
En el hinduismo: El alma, o la parte esencial que queda después de la muerte del cuerpo físico, pasa por un proceso de la ruleta del Karma (hasta los animales e insectos pasan por eso), según las consecuencias de sus actos buenos y malos, reencarna ya sea en un ser superior, intermedio o inferior. La liberación de la reencarnación es cuando el amo que ha reencarnado ya haya expiado sus pecados o esté limpia de todo lo malo, haya purgado las consecuencias de sus actos positivos y negativos.
En el Jainismo y en el Sijismo, es lo mismo que en el Hinduismo, la purgación del alma, que sea liberada de todo lo malo por haber expiado las consecuencias de sus actos.
En cambio en el budismo (surgida del hinduismo), tiene un punto diferente de la reencarnación, la niega y la afirma al mismo tiempo y esto se debe a que no creen que la parte espiritual del individuo (alma, mente, etc) pueda reencarnar, pero sí que en consecuencias de las acciones se produzca un nuevo individuo. Esta noción se acerca a la palingenesia. En vez de la ruleta del Karma para purgar el alma ellos tienen el Nirvana como la total liberación, es el balance de la vida y la muerte. Los budistas son seres individuales, no creen en la transmigración, les parece totalmente descabellado: «Ni la llama ni la antorcha son la misma, y sin embargo, una existe a causa de la anterior». La reencarnación en el budismo significa la evolución del yo, el cambio de identidad, de personalidad (desarrollo). Todo esto se da en la misma vida, no hay reencarnación luego de la muerte física.
Para entrar en la culminación del tema, tomemos un segundo ejemplo, pero esta vez, literario:
Aura – Carlos Fuentes; en ésta historia lo que encontramos es a un periodista mexicano que está ligado de alguna forma a una chica (Aura) y a su supuesta abuela (doña Consuelo), en busca de un trabajo que lee y solamente él decide tomarlo. Encontramos que el protagonista (Felipe), es un ser que ha reencarnado, se sabe al final porque en aquella casa la sentía melancólica y el marido fallecido hace años de Consuelo tenía cierto parentesco con él. Empieza a sospechar que la abuela y la nieta, de la cual él se enamoró a primera vista, hacían los mismos movimientos estando en cualquier lugar de la casa. Aura, renacía durante 3 días pero nunca mantenía el cuerpo joven que ella deseaba. En cambio de Felipe, ella utilizaba la transmutación mientras que él reencarnaba para volverla a encontrar. Es un cuento corto con buena utilización de lo que es la reencarnación y la transmigración.
Si hay casos en que personas recuerdan su “vida pasada” pero no todos la recuerdan y exactamente es porque no todos reencarnamos, si es que se reencarna, porque si fuera así, la tasa de mortalidad y la de vitalidad estarían iguales e equilibradas, lo que en la actualidad la mayor es la de vitalidad ya que pronto se podría llegar a la sobrepoblación.
Es, ciertamente, un tema muy extenso y complicado; cada religión tiene su tipo de creencia de estos movimientos espirituales, cada uno lo emplea como cree emplearlo, por su fe y nada más.
Pero tú que lees esto, no es necesario que te compliques la vida, mi lector, es bueno saber y es bueno ser ignorante y tenerlo equilibrado porque la inteligencia es poder pero la ignorancia es felicidad.
Abraham Ezequiel Silva Alfonzo
Julio, 2018
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