Este cuento ha sido ya presentado en el segundo tomo de nuestra revista "Sumeros", ¿ya lo leíste? ¿no? entonces, ¿qué esperas?
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Subconsciente
Ves la mesa, unas cuantas cartas alrededor
pero decides no tocarlas ni responderlas, te disgustan. Piensa: de qué sirve
hacerlo si no llegarás nada y es así, realmente no vas a llegar a nada
respondiéndolas, mirándolas y ni siquiera con tu melancolía (que ahora mismo
estás sintiendo). Tienes que entender que, ese tiempo pasó, los momentos
pasaron: los buenos y los malos.
No te sientas mal, hay miles
allá afuera, y de qué te sirve preocuparte si ya no piensa en ti, si ya no eres
importante para esa persona. No te preocupes, te vuelvo a decir. Un día, sin
siquiera pensarlo, te encontrará eso que el destino y los dioses deparan para
ti, peque.
No tienes que depender de un
amor, no tienes que hacerlo, no more.
Ahora, tienes que aprender a valorarte, a valorarte como la gran persona que
eres, porque así es, eres asombroso ¿pero sabes algo? Eso solo lo sabes tú y
solo tú y después de que tú lo sepas los demás se darán cuenta, pero qué
importa, ellos no importan, importas tú, tu amor, y tus talentos. Cuando
aprendas que tú vas primero que cualquier problema de cualquier persona, cuando
te intereses por ti, entenderás el porqué de las cosas, entenderás el
significado de todo, de las actitudes, de la mediocridad.
Lees y te das cuenta, este
mundo no cambiará, las personas no cambiarán y la ideología será la misma hasta
el día en que se termine de morir la tierra por gracia de los dioses o la
explosión de la ella. Así que, que te valga todo (con sentido común) y sé tú
mismo, no busques el apoyo de los demás, no busques el dinero, la satisfacción
para los demás, búscate a ti, a tu pasión, a tus gustos. Haz lo que debas
hacer, haz lo que en verdad te gusta. Mira, la vida es una y puedes hacer lo
que tienes que hacer para ser feliz.
Esto no saldrá de aquí, pero
lo sabes que ya, es hora de que regreses a la realidad y afrontes lo que te he
dicho, porque has renacido, has evolucionado y es hora de seguir creciendo y
dar la cara a este mundo mediocre.
Abraham Ezequiel Silva Alfonzo (AESA)
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