Ir al contenido principal

¡Lee!

Almas que buscan un sentido - Abraham E. Silva

   El mundo es un lugar extraño, raro. El hombre no entiende en su totalidad la mitad de lo que escribe, ve, hace, o sabe, eso lo comprendemos pero no entendemos en sí un cuarto del mundo y menos lo minúsculo que somos para/en el universo: un simple átomo. El hombre, la persona, el humano en sí, señores, está corrompido y destruido, tiene algo dentro de sí que no se puede arreglar y podemos citar la biblia u otras religiones y mitologías más si no creen que somos impuros en nuestra totalidad y quiero aclarar que no hay mente sana, que alguien que aparente no tener malicia no quiere decir que no la tenga: los niños son “la parte más pura del mundo”, pero ciertamente, tienen su propio tipo de malicia, según la perspectiva de cada quién.    Aunque no vine para hablar de mi perspectiva del mundo corrompido en el que habitamos actualmente, pero con algo tenemos que empezar para conocernos, mi querido lector. Hablaremos y nos desglosaremos en lo qué es el alma, el aura, la trasmutación,

A sangre fría - Truman Capote

A SANGRE FRÍA - Truman Capote
(Reseña)
   Hay muchas cosas que nadie cree, por ejemplo, en noviembre de 1959 nadie creía que podía ser posible que una familia ejemplar (como los Clutter) hubiese sido hallada asesinada de una forma tan cruel y desalmada.

Cuatro disparos, seis vidas:

     De forma majestuosa el autor de esta historia, Truman Capote, logra sumergirnos en la trama contada a través de una mirada periodística. ¿El suceso? La familia de Herbert Clutter y su persona fueron hallados asesinados dentro de su residencia de una forma indescriptible e inimaginable (para la época) pues se encontraban maniatados, amordazados y con un disparo de gracia en la frente.

     Sin embargo, el narrador hace gala de su poder persuasivo poniendo en manifiesto el conocimiento que su lector debería tener acerca de los acontecimientos, es por ello que los saltos temporales son constantes y hasta justificables, cosa que nos mueve a continuar la lectura. Un ejemplo claro de esto es con la frase “cuatro disparos que acabaron con seis vidas” es utilizada cuando aún no se nos indica lo que ha sucedido, pero, supone que su narratario debería conocerlo, esto se debe a que el narrador no está contando una historia sino que está completándola como si se tratara de un rompecabezas.

Los Clutter

     Familia ejemplar, queridos por todos. Herbert Clutter era de esos que acostumbraba a conseguir aquello que quería sin tener que aplastar a nadie; su esposa Bonnie Clutter había estado enferma durante muchos años, enfermedades derivadas de sus depresiones postparto le impedían desempeñarse como el ama de casa que le hubiese gustado ser; por otro lado, Nancy Clutter, joven de dieciséis años era todo lo que unos padres pudiesen buscar en una hija. La frase con la que comúnmente sus vecinos se referían a ella era: “siempre tiene prisa, pero siempre tiene tiempo”; finalmente, Kenyon Clutter, el más pequeño de sus hijos, era atento y comprometido.

     Dentro de la familia, habían dos hijas más, ambas mayores e independientes, quienes serían las únicas sobrevivientes de la masacre.

     Todos siempre tenían algo qué decir de los Clutter y conocerlos no parecía tarea difícil pues siempre estaban dispuestos para todos, es por ello que aquella mañana de noviembre del  59’ el hallazgo realizado en su residencia sembró temor y destrozó el corazón de sus vecinos, dado que para una mayoría del pueblo, que no salía de la sorpresa el incidente significaba el inicio de la desconfianza hacia sus amigos y conocidos, porque si de esa manera habían terminado los Clutter, ¿quién aseguraba que a ellos no podía pasarles lo mismo?

     La noticia se difundió con rapidez y fue conocida por todo el estado de Kansas casi de inmediato, mientras tanto, dos desconocidos caían rendidos y agotados después de una larga noche.

Dick y Perry

     Era imposible (aparentemente) vincular a dos completos desconocidos con un crimen de esa magnitud, por esa razón Dick y Perry estaban confiados, no tranquilos.

    Perry Smith había tenido una infancia fuerte: prácticamente no tenía amigos y la única familia que le quedaba era un padre al que odiaba y una hermana que le temía. Su madre falleció cuando era aún muy pequeño, su hermano mayor se había suicidado después de llevar a la muerte a su esposa y su hermana, también mayor, había caído de un balcón (quizás de forma accidental) y fallecido de inmediato. Nunca se casó, nunca terminó los estudios y nunca tuvo hijos.

     Richard Hickock, por otro lado, había llevado una vida diferente y él mismo desconocía las razones de su visita a la cárcel. Tuvo una infancia tranquila, se casó a los diecinueve años con la que sería la madre de sus hijos, pero, tuvo un accidente en el que casi pierde la vida, aunque si bien no la perdió, le cambió por completo: después del accidente se divorció, comenzó a beber y se convirtió en un estafador.

Una mirada diferente

     De forma asombrosa el hilo de los acontecimientos se llena con retazos de información relacionada con cada uno de los involucrados con el acontecimiento principal hecho que hace hincapié con el relato periodístico y el ambiente investigativo que se encuentra en manos del detective Dewey y que nos mantiene atentos a cada detalle aún descubierto el suceso, porque para este narrador no es sólo importante el hecho si no las diferentes ramas ligadas a él.

A sangre fría

     Floyd Wells había conversado un tiempo atrás con un compañero de celda, acerca de un rico hacendado a quien le había trabajado hacía un par de años (H. Clutter), Dick prestó gran atención a la historia y fue allí donde planeó el “gran golpe”. Salió en “libertad” bajo palabra y esperó a que Perry le acompañara. Fue así que acordaron llegar a River Valley (granja de los Clutter) y encontraron muy poca resistencia pues Herbert no estaba abierto a la violencia y trataba de explicarles que en casa no tenían dinero. No obstante, uno a uno los miembros de su familia fueron amarrados y posteriormente, asesinados con un disparo en la sien. Los asaltantes parecían no tener razones ni vínculos que los obligarán a semejante tortura, sin embargo, no contaban con la alterada psicología de un hombre que había tenido una vida muy dura recibiendo diferentes abusos; fue esto y nada más lo que apretó el gatillo que acabó con la vida de toda la familia y de los mismos asesinos.

     En este punto, cabe analizar el título de la obra puesto que no hace referencia a un solo hecho (asesinato de los Clutter) sino también se refiere a la sentencia que reciben los involucrados.

     Truman Capote, realiza un análisis crítico de una de las lacras de la sociedad: los asesinos y nos deja pensando una interrogante que ha permanecido durante siglos en todas las sociedades: ¿realmente la maldad nace o se hace? Pues encontramos en estos dos maleantes dos situaciones socialmente distintas que derivan a un mismo momento, el momento en el que se decide la suerte de una tercera persona.

     En ese sentido, durante el juicio que se les realiza a Smith y Hickock quedarán muchas palabras por decir y la decisión tomada estará justificada bajo el hecho de que siempre que se tenga conciencia de los actos el crimen es condenado. Durante este momento, Dick sólo sentía el haber traicionado y decepcionado a sus padres y se excusaba diciéndose repetidamente que “al menos él no había halado el gatillo”, Perry, sólo se lamentó no haber acabado con Dick cuando pudo hacerlo.

     Para nuestro narrador, todo aquello que para el jurado fue irrelevante no lo era tal, así fue como los aspectos de la conducta de los asesinos adquieren un gran peso en la última parte.

     En esta novela, Capote hace gala de grandes aspectos investigativos, psicológicos y de una narrativa limpia y clara llena de saltos temporales que te mantienen atento al desarrollo de los acontecimientos.

Yendelki Pérez
Febrero, 2018.

Comentarios

Entradas populares